Un día comprendí que el silencio dice más que mil palabras, que tomar una mano no significa amarrar un corazón, que no se debe correr detrás de alguien que siempre huye de ti, que el amor se demuestra, no se mendiga. Que a quien queremos sólo podemos desearle toda la felicidad del mundo, aunque no sea a lado nuestro.
martes, 24 de abril de 2012
domingo, 22 de abril de 2012
Con tu nombre y apellido 3. Para ti
MI DOLOR
No me duele tu ausencia ni tu
olvido,
Ni el brillo desdeñoso de tus
ojos,
Ni la certeza de que te hayas
ido
Apartando de mí, poquito a
poco.
No me duele saber que te
perdí
Y que todo lo nuestro es un
pasado,
Ni comprender que para ti no
fui
La mejor ilusión, el sueño
dorado.
No me duelen las lágrimas
lloradas
Ni caminar tan sola por la
vida,
Ni saber que mantienes
olvidada
La pasión que te di en
nuestros días.
Hoy me duele el amor que hay
en mi alma
Y no tener manera de
entregarlo,
Sabiendo que la vida se me
pasa
Sin podértelo dar, sin
expresarlo.
Me duelen las caricias en mis
manos,
Cada día es más difícil
controlarlas,
Me duele no saber si por
acaso
Podré algún día en tu piel
dejarlas.
Y mis labios, ¿qué es lo que
harán mis labios
Con todos esos besos
añejados,
Besos de fuego que hace
tiempo guardo
Esperando que tú quieras
tomarlos?
¿Qué voy a hacer con todas
las palabras
Que tengo para ti desde hace
tiempo,
Que se han acumulado en mi
garganta
Causándome el dolor que ahora
siento?
Nada, nada hay de lo tuyo que
me duela
Como me duele todo lo que
guardo,
Esta pasión que me mantiene
presa
Y todas las caricias de mis
manos.
ALGUNOS DÍAS
Hoy que no estás, tiendo a buscarte
Y más que nunca mi espíritu te añora
Oculto mi pesar, finjo coraje
Aunque en el fondo de mi alma, hay algo que llora.
111 días han transcurrido
Desde que contemplé candorosamente tu completa faz
111 noches de vivir com frío
Um frío que congela, que viene y no se va.
Dónde
estás, a dónde te has ido
Llevándote
mis ganas de vivir feliz
Dónde
estás, cuál es tu camino
Necesito
saberlo, necesito de ti.
…
Desde que te fuiste
Se
acabó el encanto
Se
fue la dulzura
Me
desvanecí.
Desde
que te fuiste
Llegó
la amargura
Y
una pena honda
Solo
habita en mí.
Etiquetas:
algunos días,
añorar,
ausencia,
besos añejados,
caricias,
comprender,
Dolor,
dulzura,
encanto,
espíritu,
frío,
necesidad,
olvido,
palabras,
pasión presa
Con tu nombre y apellido 2. Para ti
ERES
Eres el amor que pensé para
siempre,
La alegría que antes nunca
tuve,
El fuego abrazador,
incandescente,
La pena honda que mi alma
sufre.
Eres el frenesí desconocido,
La pasión delirante que
enloquece,
La inconsciencia que anula mi
sentido,
Ensueño que se quiebra y que
fenece.
Eres mi anhelo, mi ansiedad,
mi todo
La ilusión que se va y que se
pierde,
Mi angustia, mi dolor y todo
el lloro
Que hay dentro de mí por no
tenerte.
Eres la aurora que a mi vida
vino,
El romance que a mi alma
cautivara,
La luz que iluminara mi
destino,
La ausencia que a mi dicha
mutilara.
Eres misterio que nunca se
descifra,
Secreto por demás
inescrutable,
Eres la negación que me
infeliza
Y de mi soledad eres
culpable.
MI DOLOR
No me duele tu ausencia ni tu
olvido,
Ni el brillo desdeñoso de tus
ojos,
Ni la certeza de que te hayas
ido
Apartando de mí, poquito a
poco.
No me duele saber que te
perdí
Y que todo lo nuestro es un
pasado,
Ni comprender que para ti no
fui
La mejor ilusión, el sueño
dorado.
No me duelen las lágrimas
lloradas
Ni caminar tan sola por la
vida,
Ni saber que mantienes
olvidada
La pasión que te di en
nuestros días.
Hoy me duele el amor que hay
en mi alma
Y no tener manera de
entregarlo,
Sabiendo que la vida se me
pasa
Sin podértelo dar, sin
expresarlo.
Me duelen las caricias en mis
manos,
Cada día es más difícil
controlarlas,
Me duele no saber si por
acaso
Podré algún día en tu piel
dejarlas.
Y mis labios, ¿qué es lo que
harán mis labios
Con todos esos besos
añejados,
Besos de fuego que hace
tiempo guardo
Esperando que tú quieras
tomarlos?
¿Qué voy a hacer con todas
las palabras
Que tengo para ti desde hace
tiempo,
Que se han acumulado en mi
garganta
Causándome el dolor que ahora
siento?
Nada, nada hay de lo tuyo que
me duela
Como me duele todo lo que
guardo,
Esta pasión que me mantiene
presa
Y todas las caricias de mis
manos.
Apariencias
Hace tiempo que mi ser experimenta un fenómeno extraño. Por meses -que llegaron a formar años- tuve la sensación de que algo había cambiado en mí. Pasó el tiempo y dejó de ser sólo una sensación para convertirse en una certeza: la certeza de un cambio, de un "algo diferente"...
Hace un par de meses por fin entendí qué había pasado... Comprendí que en esencia yo seguía siendo la misma: la soñadora empedernida, la mujer apasionada, la persona sensible, la joven sentimental; pero, a la par, había albergado en mí una especie de caparazón que proyectaba todo lo contrario: dureza, suma seguridad, poca sensibilidad...
Quienes me conocen verdaderamente saben que lo último es sólo eso, un caparazón, un antifaz, mi "arma poderosa" para no mostrarme débil, no ante los demás, sino delante de mí... Mi roca de salvación ante mi inminente estado actual: no puedo darme el lujo de flaquear... Y no puedo hacerlo porque sencillamente, al final del día, dentro de mi habitación, compartiendo la vida, soy yo y no más...
Y eso, ahora, no lo considero malo, pues, en algún punto del camino, el ser humano debe entender que de muy poco sirve ser débil, lo mejor es guardar la propia sensibilidad para uno mismo en la intimidad...
Si porque me ven tranquila
Piensan que yo nada siento,
Se equivocan sus pupilas,
No es verdad lo que están
viendo.
Cierto es que voy muy serena
Con paso firme en la vida,
Y es porque escondo mi pena,
Para que nadie se ría.
Mejor que digan que soy
Como una piedra viviente,
Mejor que escuchen mi voz
Sin sollozos y sonriente.
No puedo pasar el tiempo
Exhibiendo mis pesares,
No puedo, más bien, no
quiero,
Dar de mi dolor detalles.
Dichosa, no siente nada,
Dicen al verme pasar,
Las ignorantes miradas
Que ven sin analizar.
Me gusta que así me crean
Y que me sientan dichosa,
Ya no quiero que me vean
Como antes, siempre llorosa.
Nada gané con mostrar
La pena que me mataba,
Nada gané con llorar,
Todos de mí murmuraban.
Que si acaso estaba loca,
Que si no sabía vivir,
Que la vida era muy corta
Y otras mil cosas, en fin.
Y de ahí tomé lección
Y desde entonces pensé
Que las penas y el dolor
No se deben dejar ver.
Etiquetas:
cambio,
camino,
caparazón,
comprendí,
dureza,
empedernida,
fenómeno extraño,
fuerza,
intimidad,
meses,
seguridad,
sensación,
sensibilidad,
sentimental,
ser humano,
soñadora
Con tu nombre y apellido. Para ti
TE ME OLVIDAS
No sé por qué te me olvidas,
Te me vas del pensamiento,
Cuando sé que tú mitigas
En mí todos los tormentos.
No sé por qué te me olvidas
Cuando me siento feliz,
Si contigo compartía
Mi alegría, mi reír.
Te me olvidas para todo,
Si estoy despierta o si
duermo,
Cuando sonrío, cuando lloro,
Para nada te recuerdo.
No sé por qué te me olvidas,
Tal vez porque mi alma
siente,
Que no te importa mi vida,
Que no te importó, de
siempre.
Ya te me estás olvidando
Para muchas, muchas cosas,
Te olvido si estoy bailando,
Te olvido cuando estoy sola.
Es por eso que hoy mi boca
Te dice muy complacida:
Tu recuerdo se me opaca,
Te me olvidas, te me olvidas.
AL MARGEN
Estoy viviendo al margen de
tu vida,
Si es que vivir pudiéramos
llamarle
A pasar con el alma siempre
herida
Sin poder hacer nada por
curarle.
Estoy viviendo al margen de
tu vida
Y miro desde lejos tu ir y
venir,
Sé tus nuevos amores, ilusiones fallidas
Que a la legua se mira que te
han hecho sufrir.
No le pregunto a nadie lo que
contigo pasa,
Mi limito a mirarte y eso es
suficiente,
Para que me dé cuenta que en
el fondo de tu alma
No existen ilusiones que tu
vivir alienten.
Yo conozco tus ojos cuando
miran felices,
Sé el ritmo de tu paso cuando
estás satisfecho,
Si te colma el placer tus
labios sonríen
Y cuando estás a gusto, se
trasluce en tu cuerpo.
Estoy viviendo al margen de
tu vida
Y un tiempo quise que esto te
doliera
Pero hoy, que adivino tu alma
adolorida,
Quiero olvidar rencores y
aligerar tu pena.
Quisiera que perdieras un
poco de tu orgullo
Y que me platicaras de tu
ilusión perdida,
¡Yo te daría mis sueños!, que
siempre fueron tuyos,
Y seguiría viviendo siempre
al margen de tu vida.
Etiquetas:
al margen,
alma,
bailo,
canto,
complacida,
fallido,
ilusiones,
lloro,
mitigas,
olvidar,
opaco,
pensamiento,
río,
sufrir,
Te me olvidas,
tu recuerdo
¿Por qué no?
Envuelta
en la inmensidad, inmersa en el todo y en la nada, “víctima” de la melancolía,
presa de una preocupación indescriptible al saber que mi familia está viviendo
una situación muy diferente a la que vivo aquí, en esta ciudad en la que, a
pesar de estar a solo unas horas de distancia, “parece” no ocurrir nada, vinieron a mí varias interrogantes:
¿Y si
defendiéramos a nuestra patria con el mismo celo con el que nos enfrentamos a
cualquiera que se atreve a tocar a un ser querido?, ¿y si trabajáramos día a
día por construir un México mejor con la misma entrega con la que buscamos
obtener el ascenso millonario de nuestra vida?, ¿y si mantuviéramos nuestros
aires insurgentes y nuestros ánimos redentores y libertarios incluso estando
fuera del aula de clases?, ¿y si nos condujéramos por la vida con la misma
rectitud y dureza con la que juzgamos a nuestros semejantes?, ¿y si acogiéramos
a nuestros hermanos mexicanos –sin distingo- con la misma dulzura con la que
tomamos en nuestro regazo a los niños, con el mismo amor con el que una madre
besa a su primogénito?, ¿y si viviéramos plenamente los valores que llevamos
tatuados como mexicanos que somos?, ¿y si al recibir una “dádiva” pintada de un
color específico de parte del gobierno nos indignáramos de la misma manera en
que lo hacemos cuando un hombre golpea, cual bestia llena de furia, a una mujer?,
¿y si en lugar de mostrar lástima y desprecio por los desprotegidos, lucháramos
por transformar a nuestra nación en un país incluyente?...
… Esta
respuesta sí la tengo, ¡todos la tenemos!: México sería un país distinto… No sé
si se colocaría como una potencia mundial… Eso no es lo importante, es más, no
creo que sea ésa la meta que perseguimos los mexicanos… Lo que sí aseguro con
todas las fuerzas de mi alma, es que México y cada uno de sus habitantes,
viviríamos con dignidad, con seguridad, con placer, con gozo de haber nacido en
esta tierra, con un corazón rebosante por ver a nuestra nación como anhelamos,
desde hace mucho, en lo más profundo de nuestro ser.
Se puede, ¡sí
se puede!, porque desde el momento en el que Dios nos bendice con la
oportunidad de despertar un amanecer más, es suficiente para entender que somos
privilegiados ante tantos seres humanos que día a día se ven caídos,
desaparecen, son muertos.
México: ya
no te engañes, ya no permitas que “los menos” acaben con “los más”… No será
sencillo, pero lo tienes todo, está en tus manos y mientras exista un solo hijo
tuyo que lo crea y lo viva, hasta ese entonces, siempre habrá oportunidad para
ti.
Etiquetas:
amor,
anhelo,
darlo todo,
defender,
diferente,
dignidad,
entrega,
inmensidad,
lucha,
México,
nación,
país distinto,
privilegio,
querer,
rectitud,
totalidad,
trabajar
México
"Pobres mexicanitos, no se han dado cuenta que
si este barco se hundió, no fue solo por los errores del timonel, sino por la
desidia y la torpeza de los remeros" (Antonio López de Santa Anna)…
Sí,
sí México, es cierto, eres bello; tus escenarios naturales impactan a
cualquiera, tu gastronomía es única en el mundo, te catapultas en el ideario
internacional por la servicialidad de tu gente, por tu alegría, porque los
mexicanos saben cómo divertirse, saben ser amables…
Pero está
presente también la segunda cara de la moneda, ésa que me cuesta aceptar que
palpita, que está latente: México sigue siendo sinónimo de sombreros, tequila y
rebozos; y en las palabras de los propios mexicanos, somos machistas,
corruptos, impuntuales, cobardes, mentirosos, chismosos, incultos, holgazanes…
Y la lista aquí sí que continúa: que tenemos un gobierno al que lo único que le
importa y satisface es el dinero y el poder exacerbados, que creemos
fervientemente en el cambio pero no hacemos nada por alcanzarlo, que para
nosotros la palabra “triunfo” está prohibida… Que la libertad y la buena vida
son dos cuestiones que jamás conoceremos…
Después de
escuchar la descripción que Ocatvio Paz hace del mexicano, he de confesar que
me encuentro como desorientada y es que, a diferencia de los demás autores que
a lo largo de mi instrucción y de mi vida he venido escuchando, Paz ubica como “virtudes”
ciertas características que tenemos los mexicanos… Y entonces, es aquí donde me
pierdo… Porque en teoría sus líneas suenan exquisitas, creíbles, alentadoras,
pues resulta motivante pensar que no es incorrecto el hecho de que un mexicano
busque estar solo, que busque enarbolar
con total orgullo el estandarte del estoicismo, que tenga como una de sus más
grandes virtudes populares la resignación… Y entonces, llega mi duda: ¿en qué
momentos nos desviamos? ¿En qué situación estas características que al oído
resultan agradables tomaron otro rumbo?
No puedo
callarlo: me emocionó el viraje encontrado en las palabras de Octavio Paz, me
ilusionó la posibilidad de ver a mi país poseedor de la grandeza que le
corresponde… Y me hizo vibrar el saber que, probablemente, nuestros mayores
defectos sean también las mayores virtudes con que contamos… Y que en esta arma
de doble filo se encuentre –hábida por salir a la luz- la salvación para nosotros, los mexicanos….
…Nuevamente
estoy extasiada… Una vez más viene a mí la imagen de un México esplendoroso,
ecuánime, victorioso… Y no tengo duda: sí se puede, aunque suene a cliché,
aunque la expresión parezca ya agotada… Con todo el corazón sé que se puede… Y
que este país del que me siento verdaderamente orgullosa, no va a morir sin ver
algo diferente; no va a morir sin encontrar sus ojos llenos de lágrimas de
emoción al presenciar el sol saliendo para su pueblo.
Etiquetas:
belleza natural,
comodinos,
conformismo,
flojos,
gastronomía,
gente,
hospitalidad,
mexicanos,
México,
moneda,
optimismo,
otra cara,
tristeza
Cansancio
.....Después de tantas veces de lo mismo, de jurarme una y otra vez que ahora sí era la definitiva, que ahora sí iba a dejarte atrás, de armarme de valor por sólo unos instantes, creo que llegó el justo momento en el que, así como todo conoció inicio, conozca también final...
Te preguntarás qué es lo que hará de este esfuerzo el efectivo, el que por fin me saque del círculo vicioso en el que me encuentro. A esto yo sólo puedo responderte que, por primera vez desde que siento por ti un amor tan profundo, hoy me reconozco burlada y decepcionada, pero, más que eso, me siento cansada.
Sí, mi ser se encuentra agotado, sin ganas de seguir alimentando una quimera, sin el propósito de avanzar en un camino de ilusiones, porque ha entendido que todo ser humano necesita de realidades para vivir... Hoy ya no encuentro de dónde agarrarme para multiplicar mi fuerza, porque dejaron de bastarme tus palabras, tus falsas promesas, tus altibajos, tus inconstancias... Porque finalmente abrí los ojos y, más que entender, acepté que la vida misma podría irse de mis manos esperando -sin respuesta- a que te decidas, a que te muestres valiente, a que elijas caminar junto a mí...
Justificaciones, muchas. Excusas, aún más. Pero la realidad es que el amor genuino no conoce límites, no acepta barreras, no sabe de imposibles... Jamás hablaré por ti ni trataré de descifrar tus motivos, no jugaré a ser la adivina que dé sentido a tus más profundos pensamientos, no caeré en el juego de repasar una y mil veces eso que en algún momento dijiste y sentí tan real... Sólo actuaré por y para mí y avanzaré en mi vida porque así lo quiero y porque es para lo único que me siento fuerte.
Mi corazón lo siente todo por ti, todavía, pero el resto de mi ser me pide a gritos que abandone esta lucha que no habré de ganar... Y así lo haré, porque ya no creo aguantar un intento más, porque me siento en penumbra, nublada y a punto de desfallecer...
Estoy cansada de quererte
tanto
Estoy cansada de sufrir por
ti,
Estoy cansada de vivir
llorando
Y estoy cansada de ya no
vivir.
Estoy cansada ya de tus
desdenes,
Estoy cansada ya de tus
mentiras,
Ya me tienen cansada tus
vaivenes
Y me cansé de no vivir la
vida.
Estoy cansada de esta larga
espera
Y estoy cansada de mirarte
pasar
Y me ha cansado ya tanta
quimera
Y me cansa el esfuerzo de
quererte olvidar.
Me cansan las preguntas que
me he hecho
Cuando quiero saber si sanaré
De este terrible mal que yo
padezco,
De esta calamidad de tu
querer.
Me cansa y me atormenta la
gran farsa
Con que oculto mi amor, mi
llanto
Cansada, muy cansada está mi
alma
Mi vida está colmada de
cansancio.
Etiquetas:
abandonar,
amor,
amor genuino,
avanzar,
batalla,
cansancio,
corazón,
derrota,
desfallecer,
fuerza,
lucha,
no más,
penumbra,
realidad,
seguir,
vida,
vivir
México lindo: una quimera
… ¡Y ojalá que reflexiones a quién andas
defendiendo, si a los pobres de tu patria o a los dueños del dinero; a mi
tierra que es tu tierra o al señor del extranjero, a los que hacemos la vida o
a los que roban al pueblo!
He decidido iniciar este escrito con una
frase de una poesía que a mi parecer, refleja totalmente la situación actual de
“nuestro” México; ése que más que nunca está inmerso en una confusión total.
Hasta hace unos meses, cuando algún
profesor, amigo o familiar me preguntaban que si me sentía orgullosa de ser
mexicana, sin detenerme a pensarlo mi respuesta era un sonoro y seguro “sí”…
Hoy no creo poder contestar de la misma manera.
¿De qué se supone que debo sentirme
orgullosa? ¿De las matanzas y balaceras diarias que se sufren en los estados
del sur? ¿De tener al hombre más rico del mundo? ¿De ser los número uno en
obesidad? ¿De no ser capaces al menos de llegar al tan “anhelado” quinto
partido en el mundial? O tal vez merezco y debo sentirme orgullosa por la falta
de democracia en “nuestro” querido México, que se refleja hasta en los salones
de clase; o quizá tengo que sentirme dichosa por ser de un país donde pase lo
que pase, los siempre “optimistas” mexicanos, a pesar de perder una y otra vez,
siguen encontrando el lado amable o positivo de las cosas… Y a veces, muy a
veces me pregunto: ¿de verdad es “optimismo” la palabra adecuada, o es
únicamente un error más y el vocablo preciso que deberíamos emplear sería
“pendejismo”?...
Quisiera en este momento emplear cifras, datos
exactos, pero no los tengo; cuento únicamente con 21 años de edad y un espíritu
cuya visión “crítica”, es relativamente nueva… Cuento únicamente con un ser que
acaba de despertar de ese sueño en el que todo era bueno, no perfecto pero sí
perfectible, donde la gente mala no existía… Ahora se ha empezado a gestar en
mí una individua que ya no piensa que toda elección de sus padres es la
adecuada, que ya no compra “sentires” ajenos… Y ese despertar sí que ha dolido.
En pleno 2012, tenemos por mandatarios a
un cúmulo de ignorantes que conocen y tienen 1 amor: al dinero. Nuestros maestros
(al menos la mayoría) son individuos grilleros, frustrados, que ven en su
calidad de “superiores” la oportunidad perfecta para deformar individuos; en
las corporaciones de policías y tránsitos hemos agrupado a los más corruptos y
patanes; en el seno familiar encontramos a un padre y una madre inmaduros, egoístas,
alcohólicos, drogadictos, con un criterio tan pequeño, que siguen enseñando a
sus hijos que México, “nuestro México”, es el mejor.
Y así la lista podría continuar, y
entonces un “buen mexicano”, uno de ésos que sobran y ya hasta estorban, como
en un intento de rescatar a su país, diría: “no se vale, evidentemente siempre
será más sencillo hablar de cosas malas que de cosas buenas”; y ¿qué creen?, yo
sólo le respondería que lo siento, que al menos en este ejemplo eso sí aplica… Es
más, ¡los reto! Tomémonos un minuto para pensar
en las cosas buenas de “nuestro” México… ¿Listo? Apuesto a que todo se
resume en bellezas naturales, gente cálida y bondadosa, riqueza cultural, gran
gastronomía… ¿Y luego? ¿Apoco es todo lo que se ha logrado a 200 años de
independencia y 100 de revolución?
Considero que ya es suficiente de las
“maravillosas” inyecciones cargadas de mensajes bonitos que nos llevan a pensar
que por ser mexicanos somos especiales… ¡Es una mentira! No, no somos
especiales; somos iguales a los chinos, a los franceses, italianos, americanos…
No somos una raza privilegiada, ni nos hace superiores ser tan luchones -o
tercos- cuando esa lucha y persistencia jamás rinden fruto.
No es cierto que estamos mejorando, que
este sexenio ha sido tiempo de avance. Mentira total la que nos dicta que la
guerra contra “el narco” la estamos ganando nosotros… ¡No hay tal! No hay
avance, sólo retroceso; no hay riqueza, los pobres son cada vez más; no hay
trabajo ni dinero, ni nivel académico… ¿Y saben qué es lo peor? Que no hay
hambre por cambiar, porque “somos” así: conformistas en lo que implica
esfuerzo, “valedores” en lo que sí importa… Pendejos y cerrados, para acabar
pronto.
Estamos tan perdidos, que para nosotros,
los “chingones” mexicanos sólo nos está permitido soñar y ver cómo los
individuos de otros países hacen de ese sueño una realidad. ¡Ah, pero eso sí!
Nos encanta denostar a los guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, porque nos
consideramos mejores que ellos y, ¡sorpresa!, “hasta” ellos nos están
superando.
¿Identidad mexicana? No hay tal. O tal vez
sí, pues en el 2010, para el mundo entero México es sinónimo de corrupción,
violencia, muerte, pobreza, hambre, etc.
¿Qué
pretenden nuestros gobernantes al hablar de identidad? Y peor aún, ¿qué
pretendemos nosotros al creer que esa identidad existe?
Estamos tan desorientados que hoy vemos
como héroes a quienes según en su papel de “revolucionarios” e “insurgentes” se
joden al otro; a quienes son fuertes y no muestran debilidad al ver a un
hermano necesitado…
Sé que sería una utopía pensar en que de
la noche a la mañana “nuestro” México (que es de Estados Unidos) puede tornarse
distinto, pero sé también que la “formulita” mágica que necesitamos se llama
“cambio total”; pero que sea radical, que tenga intenciones de lograr un mejor
país.
… Lo siento, pero si con lo siguiente me
tachan de retrógrada y mocha, juro que me voy a aguantar: los reto a todos a
cambiar desde dentro, desde el espíritu. Nuestro país está urgido de tener
“algo” en qué creer; no es cuestión de religión, sino de unión y fe. Ha quedado
comprobado que eso de la “mente abierta” no es para nuestro país… Así es que,
de verdad, yo los reto a retomar principios del pasado, donde los valores eran
reales, no un juguete; donde no existía tanta tolerancia, misma que hoy nos
tiene así, pues pensamos que “un poquito más” no afecta. Reto a mi México
“lindo y querido” a dejar de sentir autocompasión, invito a algún individuo que
de corazón tenga ganas de mejorar al país, a que se aviente por el poder…
¿Qué más podemos perder que no hayamos
perdido ya?
Yo, desde mi ser, cambiaré, porque ya no
quiero que sea un sueño, sino una realidad… “México, te estás muriendo y nos
estamos muriendo contigo”… Pero aún conservo un “algo” que me indica que
estamos en tiempo… “Porque México es eterno, porque nunca morirá, para eso
estamos nosotros, los que añoramos libertad”.
Etiquetas:
balaceras,
celebrar,
delincuencia,
ensayo,
identidad,
ignorantes,
indepedencia,
mandatarios,
matanzas,
mensajes bonitos,
México lindo,
polpiticos,
primer lugar,
quimera,
realidad,
revolución
Para mí
Un
palpitar se agolpa vibrante dentro de un cuerpo, la sangre caliente propia de
un costeño recorre incesante las venas, la esencia misma está inquieta, el
corazón revolotea, todo el ser ha cambiado su estado de pasividad y se ha
encendido, está alerta…
Después de tanto y tan poco, después de haber dicho y
oído mucho y a la vez nada, la posibilidad de contar con una respuesta real,
genuina, cargada de cambio y esperanza ha irrumpido de golpe a mi mente y a mi
corazón… Hoy mi parte material vislumbra –aunque tenues- chispazos de un mañana
distinto; hoy, mi parte espiritual me grita, una vez más, que se puede, que no
deje de soñar, que no baje los ojos al suelo… Que crea, que crea.
… Si hay
algo que disfruto -por sobre todas las cosas- de mi vida académica, es la
oportunidad de encontrarle sentido a lo que se me comparte en el aula; es la
oportunidad de lograr establecer vínculos entre el discurso –aparentemente solo
teórico- de mis profesores y mi vida real; es la oportunidad de descubrir que
aquello que parecieran ser palabras al aire me resulta significativo, familiar…
Un exhorto tanto racional como emotivo a actuar, a no quedarme impávida (pero no por valentía, sino por mero desinterés o hasta valemadrismo), a no permanecer más tiempo pasmada, en quietud…
Un exhorto tanto racional como emotivo a actuar, a no quedarme impávida (pero no por valentía, sino por mero desinterés o hasta valemadrismo), a no permanecer más tiempo pasmada, en quietud…
No quiero
ahondar más en explicaciones, solo diré “gracias”… Gracias a Dios por la
oportunidad maravillosa de sentirme viva, de sentir y creer que puedo hacer
algo para que la situación se torne distinta (para bien), gracias porque a
pesar de que en ciertos momentos he llegado a contagiarme de la indiferencia
que reina a nuestra sociedad, hoy de nuevo sentí que regresó esa Carla
Argentina que cree, que actúa, que se apasiona por conseguir sus metas…
Y como
realmente estoy convencida de que hoy de nuevo se encendió en mí esa llama que,
bien sé, no permitirá ser apagada con gotitas de agua, con cualquier viento… Me
atrevo a hacer un compromiso: prometo, me prometo aterrizar muchas de las ideas
que he venido albergando en mi mente por varios meses… Hoy refrendo mi
compromiso conmigo… Voy a actuar… Nos vemos pronto.
Hopelessly devoted to you
Escuchando una canción que hice mía desde
hace algunos meses, viene el recuerdo casi perfecto de un gran día contigo. Se
agolpan en mi mente las imágenes, se cuelan en mi corazón las emociones.
Con tanto que he dicho en todo este
tiempo, me empieza a resultar complicado dar sentido lógico a lo que siento, a
lo que me pasa y es que cada empiezo a creer –un poco más- que las palabras
están por agotarse y que, en cambio, lo que queda y se desborda son las
emociones… Ésas que se transmiten a través de una mirada, una sonrisa, un toque
directo del alma, una caricia de corazón a corazón. Ésas que lo sobrepasan
todo, que lo renuevan todo, que lo trastornan todo. Ésas que hacen reír,
cantar; ésas que el espíritu es incapaz de controlar y ocultar porque, de
guardarse, pudiesen llegar a explotar.
“Hopelessly devoted to you”…
Del
amigo, del guerrero, del hombre… De tu perfume, de tu forma de pensar y ver las
cosas, de tu muy engañosa talla de camisa, de tus brazos “peludos” que te
resistes a depilar, de tu piel “pálida” a la que le caería bien un bronceado.
De la manera en la que te expresas de la gente, de lo que has logrado con todo
y los muchos obstáculos que has encontrado en el camino.
De tus contrastantes facetas y
personalidades, del hombre que aún ríe, bromea… Del hombre que pide tortillas
cada vez que va a comer, que evita los lácteos porque dice que cada lácteo
menos es un día más.
Del hombre rudo y duro en apariencia, que
es en el interior casi tan frágil como un cristal.
Etiquetas:
amigo,
canción,
corazón,
desbordan,
devoted,
emociones,
guerrero,
hombre,
Hopelessly,
recuerdos,
sentimientos,
sonrisa,
suspiro,
vibrar
Suscribirse a:
Entradas (Atom)