domingo, 22 de abril de 2012

Hopelessly devoted to you


  Escuchando una canción que hice mía desde hace algunos meses, viene el recuerdo casi perfecto de un gran día contigo. Se agolpan en mi mente las imágenes, se cuelan en mi corazón las emociones.

     Con tanto que he dicho en todo este tiempo, me empieza a resultar complicado dar sentido lógico a lo que siento, a lo que me pasa y es que cada empiezo a creer –un poco más- que las palabras están por agotarse y que, en cambio, lo que queda y se desborda son las emociones… Ésas que se transmiten a través de una mirada, una sonrisa, un toque directo del alma, una caricia de corazón a corazón. Ésas que lo sobrepasan todo, que lo renuevan todo, que lo trastornan todo. Ésas que hacen reír, cantar; ésas que el espíritu es incapaz de controlar y ocultar porque, de guardarse, pudiesen llegar a explotar.

     Yo sí estoy “irremediablemente enamorada de ti”… Me lo dice cada amanecer en el que me sorprendo recibiendo al nuevo día con una sonrisa; me lo indica el estremecimiento que me recorre toda cuando estamos juntos, lo compruebo cuando miro la hora y caigo en la cuenta de que el tiempo pasó sin haber sido sentido; lo refrendo cuando entiendo que jamás me había sentido así.

     “Hopelessly devoted to you”…

     Del amigo, del guerrero, del hombre… De tu perfume, de tu forma de pensar y ver las cosas, de tu muy engañosa talla de camisa, de tus brazos “peludos” que te resistes a depilar, de tu piel “pálida” a la que le caería bien un bronceado. De la manera en la que te expresas de la gente, de lo que has logrado con todo y los muchos obstáculos que has encontrado en el camino.

     De tus contrastantes facetas y personalidades, del hombre que aún ríe, bromea… Del hombre que pide tortillas cada vez que va a comer, que evita los lácteos porque dice que cada lácteo menos es un día más.

     Del hombre rudo y duro en apariencia, que es en el interior casi tan frágil como un cristal.

     Eres el hombre que, estando cerca o lejos, permanece, se encuentra presente. Eres quien me genera suspiros, sonrisas; quien me hace vibrar. 

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