miércoles, 7 de marzo de 2012

Imágenes maravillosas.

Comparto con ustedes algunas imágenes... Forman parte de la colección de pinturas que mi abuelita (una artista natural) ha hecho en los años recientes. 

Entonces, la verdadera autora de esto es Dora David De Los Santos...









Ojalá las disfruten tanto como ella, tanto como todos los que hemos tenido el privilegio de deleitarnos frente a frente.

Protector solar.


Aquí una reflexión, de ésas que levantan el ánimo, que generan una sonrisa... Que dejan un buen sabor de boca .

martes, 6 de marzo de 2012

No es preciso.

No es preciso que des explicaciones
no hay para qué perder más tiempo
escuchando que pones por razones
lo que es tu desamor y tu pretexto.

Se es o no se es, así de simple,
se quiere o no se quiere, eso es todo,
está por demás que intentes repetirme
que no me quieres ya, de muchos modos.

Tal vez tengas mil formas de decirlo,
pero no es menester que digas nada,
cuando no hay amor ni hay cariño
están de sobra todas las palabras...

Y no busques disculpas ni culpables,
ponle freno a tu audacia en tus decires,
porque no has de encontrar con qué inculparme
de tu falta de amor y tus mentires...

Es absurdo buscar algún defecto,
una falla en mi modo de adorarte,
si tu amor se acabó, eso lo acepto,
pero no te perdono desvirtuarme.

No hables de mi amor, no sabes nada,
eso es algo especial que desconoces
si no sabes amar, lo mejor es que te vayas
de prisa, sin hablar y sin reproches... 

lunes, 5 de marzo de 2012

Carta de Dios para ti. "Pídeme lo que quieras".

"Yo soy Todopoderoso y estoy preparándote para algo muy significativo dentro de Mi plan eterno. NO TEMAS SOÑAR EN GRANDE a raíz de las desilusiones del pasado. Recuerda que no fue tu fe en Mí lo que falló, sino tu fe en OTRA GENTE lo que te ocasionó el dolor de los sueños rotos. Yo soy El Rey y puedo hacer CUALQUIER COSA que pidas en Mi nombre. El rey David comenzó siendo un jovencito pastor, pero tuvo una fe lo suficientemente grande como para poder matar un gigante. Soy tan real hoy en ti como lo fui entonces. Así que pídeme, obedéceme y búscame con todo tu corazón, mente y fuerzas. Y entonces observa la forma en que Mis promesas se cumplen en Mis tiempos perfectos". 

¿Cuántas veces no hemos añorado algo con todo nuestro corazón?... ¿Cuántas veces han sido más fuertes los pensamientos que nos dictan que sencillamente no es posible?... A medida que pasa el tiempo, que "crecemos" y "conocemos" el mundo, lo único que vamos acumulando es miedo, indecisión, temor... Y nos vamos haciendo pequeños y permitimos que esas voces que gritan "no vas a poder", nos convenzan. 

Hoy quiero compartir contigo la certeza -mi certeza- de que aunque el mundo diga que algo no es posible, teniendo la ayuda de Dios, Su amor, Su cuidado... TODO es posible. Voltea y echa una miradita a tu pasado: ¿acaso no has recibido pruebas de que Dios puede obrar en todo y en todos?

No me alcanzan las palabras para compartirte cada momento y situación en los que he visto a Dios obrar en mi vida y la de los míos... Es algo inexplicable, maravilloso.

Ojalá algún día -muy pronto- te des la oportunidad de pedirle a Dios con todo tu corazón, de creer que en Él los resultados siempre serán otros... De experimentar que incluso cuando todo parece estar en tu contra, cuando muchos te han dado la espalda, cuando no hay salida... Diosito está ahí, a tu lado, abriendo caminos, marcado diferencia. 


domingo, 4 de marzo de 2012

Carta de Dios para ti. "Confíame a aquéllos que amas".

"Conozco tu corazón y sé cuánto amas a aquéllos de tu círculo íntimo. Yo soy tu Creador y el Dador de toda buena dádiva. Te he obsequiado a aquéllos que amas para que compartan su vida contigo. Hijo mío, debes recordar que tus seres queridos en definitiva me pertenecen; no son tuyos. No te he permitido establecer esas relaciones tan especiales para romperte el corazón o para controlarte a través del temor al futuro. Como lo hizo Abraham con su único hijo, Isaac, necesito que abras tu corazón y me devuelvas a aquéllos que amas. Confíame toda preocupación con respecto a ellos. Coloca tu mano en la mía y Yo prometo que te acompañaré (y también a aquéllos que amas) a través de todas las circunstancias que la vida pueda traer".

... Los que confían en el Señor son como el Monte de Sión, que jamás será conmovido, que permanecerá para siempre... 

Hace muchos meses, después de dejar nuevamente mi casa para continuar con "el sueño", dudando de si realmente valía la pena sacrificar lo más preciado que hasta ahora tengo -mi familia-, me topé con el textito con el que inicio esta publicación... Me ayudó mucho... Me ayudó porque entendí que los tiempos de Dios en nuestra vida son siempre perfectos, no llegan antes ni después, llegan cuando deben llegar. Entendí que uno no puede vivir con el temor permanente que genera la idea de que, en algún momento, un ser querido puede faltar; pero lo mejor de todo es que, más allá de entenderlo, encontré consuelo y paz al saber que Dios cuida -con especial atención- de cada ser amado... 

Es inevitable y necesario levantar el vuelo, pero es maravilloso saber que puedes ir a dormirte en paz, tranquilo, porque Dios, el que todo lo puede, el que va más allá de todo entendimiento humano, tiene cuidado de ti y de esas personas que tanto amas...*


sábado, 3 de marzo de 2012

Escribo porque...



Escribo porque en mi alma
No caben más sentimientos
Siente haber llegado a tope
Y necesita renuevo.

Escribo porque mi mente
Se encuentra ya rebosante,
Llena, aturdida, loca,
Y encuentra “al ecribir”, placer absurdo, sumo, delirante.

Escribo porque mis oídos parecen estar tapados
Escribo porque mis ojos hace tiempo que no ven
Escribo porque mi boca está muda, se ha sellado,
Escribo porque aunque toque, ya no siento, yo lo sé.

Escribo porque necesito descanso
Escribo porque mi cuerpo, todo, implora renacer
Escribo porque sólo así siento que avanzo
Aunque el camino sea incierto, al menos sigo, algo he de hacer.

Escribo porque desde hace un tiempo perdí la calma
Escribo porque intempestiva llegó la pena a mi habitación
Y se coló en mis sábanas, inoportuna
Y echó raíces en mi corazón. 

Madre e hija.

¿Cuántas veces, como hijos, nos hemos quejado amargamente de nuestra madre? ¿En cuántas ocasiones hemos dado rienda suelta a nuestra boca con malas expresiones sobre ella?... Yo te invito a que lo pienses para ti... 

El escrito que estás por leer, es el resultado de una escena que muy probablemente te resultará conocida y hasta familiar. 

Por último, sólo decir que, por sobre todas las cosas, más allá de los regaños, las peleas, los gritos... Una madre siempre será nuestro mayor ángel aquí en la tierra, porque en esos momentos en que la vida se nubla y uno se ha quedado sin aliento... La única persona que permanece a nuestro lado, sin condiciones, es la mamá... Porque todos pueden darse el lujo de flaquear, de tirar la toalla, pero para una madre, lo imposible se vuelve posible y la lucha, el esfuerzo, son capaces de multiplicarse tanto como hagan falta... Porque todos pueden darte la espalda, pero tu madre siempre estará ahí para ti, dispuesta, con los brazos abiertos... Porque su regazo es el lugar más cálido y seguro de este mundo; porque sin importar la edad que tengamos, siempre encontraremos en ella un corazón lleno de amor, de paz, de seguridad... 



Desacuerdos, caras largas
Un niño que recostado en la mesa espera inpaciente el fin de la conversación…
De un lado la madre
Del otro la hija…
Una con miradas propias de quien se sabe en ventaja, con superioridad.
La otra, con miradas fulminantes, pues en el fondo sabe, no hay mucho que decir…

Los minutos pasan, y al igual que en los últimos años, esta vez tampoco llegarán a un acuerdo, porque el tiempo va cobrando factura y porque con el caminar de la vida, cada una ha forjado su carácter, ha decidido no doblegarse ante nadie y, por encima de todo, resultan tan iguales, que es imposible que exista acuerdo entre ellas…

La joven levanta la voz
La madre, con enojo y rabia escondidos, aparenta tranquilidad…
Pretende dar ejemplo de pasividad, de madurez
La hija, como resultado de su incompleto conocer del mundo, trata de ponerse a la altura de su madre… Habla fuerte, mira con profundidad… No sirve de nada.
La madre la saca de quicio, porque más allá de esta conversación, la hija la ama, probablemente más que a nada en el mundo, pero es tan grande su deseo de demostrarle que ella también vale, que ha aprendido muchas cosas, que no guarda sus palabras. La madre no cede, nunca lo ha hecho…

El reloj marca otra hora, apenas 15 min después de la discusión… La madre camina por la sala, cerca de su hija, y no pasa nada… Ninguna se atreve a mirar a la otra, menos a hablarle, porque en el fondo, ambas saben que la otra tiene algo de razón…, pero ¡ah!, el orgullo es grande…

La madre se sienta, hay trabajo pendiente… Es graciosa la escena: ambas mujeres, tan similares en el físico, y más aún, en el carácter y la forma de pensar, están frente a una computadora, escribiendo… Casi me atrevo a jurar que ambas están pensando en la conversación de unos minutos atrás; casi podría asegurar que las dos quisieran en este mismo momento, levantarse y abrazar a la otra…, y decirle un tan sencillo, complejo y completo “TE AMO”…, pero no lo hacen, están ocupadas… y es que así ha sido en los últimos años, la barrera que de manera natural separa a madres e hijas, es ahora gigantesca, han crecido separadas, con mil cosas por hacer, con muchas personas ocupando el tiempo que les correspondía a ambas… Y resulta que, con los años, la hija se ha vuelto más parecida a su madre, y al ser ya “grande”, las cosas se han complicado.

Qué dilema: tan cerca y a la vez tan lejos, tan distantes… Y es que día a día se lastiman más, pierden el tiempo en tonterías, no hacen nada por llevarse bien…

Muchas ocasiones ha sido la misma escena…, y al cabo de unos días la madre y la hija están bien, “contentas”… Pero hoy, más que nunca, ruego a Dios luz para ambas, para que logren ver que en el fondo las dos se aman, y que cada segundo que pasan enojadas, significa un instante menos para disfrutarse…

La madre debería ceder un poquito, no es necesaria tanta dureza, tanta pose, el rigor en exceso no le ha dejado nada bueno… Debe entender que las exageraciones no tienen sentido, que tal vez con un poquito de amor, con unas cuantas sonrisas, logre más que con cualquier palabra fuerte.

La hija tiene que aprender que aunque le "enferme", la madre sabe más que ella… Que es una mujer experimentada…, pero que eso no la vuelve fría, que aún necesita sus palabras cariñosas, sus muestras de amor. Debe entender que con sus palabras es capaz de lastimarla más que nadie, porque es su hijita, su chaparrita, la primera, con la que aprendió a ser mamá… Debe aprender a respetarla, a ser su apoyo, su cómplice, debe ser buena hija, aunque eso a veces signifique quedarse callada, incluso cuando sepa, tiene razón…

Porque la hija ama a su madre, pues es su mayor ejemplo, su mayor inspiración… Porque no le alcanzan las palabras, pero un “GRACIAS” es lo que más se acerca a lo que quisiera decir…

Porque la madre ama a la hija, porque sencillamente el amor que como madre le tiene, es inexplicable, incomparable…

Porque ambas se aman…, pero mientras no entiendan que no son enemigas ni rivales, sino madre e hija, nada va a cambiar…


Para qué me engaño


Estando en la tranquilidad de un hogar que no era el mío, en la comodidad de un sillón que me resultaba ajeno, llegó a mi ser la necesidad de escribir...  Escribir para vaciar el corazón, porque éste ya no se sentía capaz de acumular más. Escribir porque es más fácil plasmarlo todo en una hoja que gritarlo a los cuatro vientos. Escribir porque el alma descansa, la presión baja y después del desahogo, uno es capaz de continuar el camino. He aquí el resultado, mi remanso, que lleva por nombre "Para qué me engaño". 



Que la vida entera podría perder tratando de fingir
Ocultando una verdad, el sentimiento…
Que tal vez a muchos logre seducir
Con la majestuosa idea de que vivir ya no es tormento…

Que sonrisas podría dibujar en mi rostro
Que lágrimas mis ojos jamás han de tocar
Que iré airosa ante la vida, avante, resiliente
Que piense y vea la gente lo que quiera, qué más da.

Pues en el fondo yo guardo mi tristeza
Y cada anochecer me viene a recordar
Que no eres para mí, alzaste el vuelo
Dejándome indefensa y no regresarás…

No sé dónde andarás, pero te siento
Mantengo muy fresca tu memoria
Me aferro con el alma toda
Y procuro no llorar, sigo fingiendo.

Mi corazón, hoy hice gran memoria
Refrendo que tú me enamoraste
Develaste tu alma, toda, toda
Y me hiciste de ti sutil amante. 

Te doy la bienvenida

Bienvenid@ a Mosaico Multicolor, el espacio donde compartiré contigo las "pruebas" escritas que han quedado en mis manos después de un momento especial, un amor, un triunfo, una prueba, un fracaso... Éste será el espacio en el que pondré al descubierto lo más sagrado con que cuenta -para mí- un ser humano: su corazón. Confío en que te identifiques con algún pensamiento, pues, finalmente, las emociones, los sentimientos, son siempre los mismos... Son algo común para la persona humana.

Aquí te los dejo, pues. Los dejo en tus manos, recordándote que cada corazón tiene siempre algo para compartir... Espero al igual que yo, le permitas fluir.